Carta abierta a mi yo adolescente
- Kurt Bendfeldt
- hace 13 minutos
- 2 Min. de lectura

Porque todo lo que hoy soy… empezó con tus dudas, tus miedos y tu fuego.
Hola.
Sé que a veces sentís que nadie te entiende. Que el mundo se te viene encima, que el corazón te explota y que no sabés si vas bien, si estás haciendo lo correcto o si tenés permiso de ser quien realmente sos.
Vengo desde el futuro, no a darte respuestas, sino a abrazarte.
Quiero decirte que sí vas a llorar. Mucho. Pero también vas a reír con más fuerza de lo que imaginás.
Que te vas a romper… y también te vas a reconstruir, más veces de las que esperás.
Quiero pedirte perdón por todas las veces que dudaste de tu valor.
Por cada vez que te miraste con dureza en el espejo, creyendo que no eras suficiente.
Y también por haber guardado tanto silencio cuando en realidad lo que necesitabas era gritar tus sueños.
Pero también quiero darte las gracias.
Gracias por resistir. Por imaginar, por escribir, por rebelarte.
Gracias por seguir, incluso cuando nadie más creyó que lo lograrías.
Porque gracias a vos, hoy estoy de pie.
Gracias a tu fuego, a tus locuras, a tus intentos torpes, a tus amores intensos y a tus preguntas sin respuesta.
Te prometo que lo que hoy duele, un día tendrá sentido.
Y que todo lo que hoy te parece un error… será parte de tu fuerza.
Vas a encontrar gente hermosa.
Vas a perder a otras.
Y te vas a encontrar a vos mismo, una y otra vez.
Así que seguí soñando.
Seguí escribiendo.
Seguí sintiendo todo a flor de piel.
Y no dejes que nadie te apague eso que te hace único.
Porque la vida no se trata de tenerlo todo resuelto, sino de saber que todo —incluso lo roto— puede tener belleza.
Y vos sos parte de esa belleza.
Con amor,
Tu yo del futuro.
"Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu final será muy grande."
— Job 8:7
Comments