Cree en ti: aunque pienses que todo te sale mal
- Kurt Bendfeldt
- 2 oct
- 1 Min. de lectura

Creer en ti mismo no es arrogancia, es supervivencia. Es la chispa que enciende la valentía cuando todo alrededor parece apagarse. Es ese susurro interno que te recuerda: sí, puedes, aunque duela, aunque tiemble, aunque parezca imposible.
Cuando crees en ti, algo cambia de inmediato: los pasos se vuelven más firmes, las decisiones más claras y la vida, aunque difícil, más posible. La confianza abre puertas que la duda jamás habría tocado. Te permite levantarte después de las caídas y ver oportunidades en medio del caos.
Pero cuando no crees en ti, todo se paraliza. El miedo manda, las oportunidades se escapan y la vida se convierte en un espacio lleno de “qué habría pasado si…”. La falta de fe en lo propio te convierte en espectadora de la vida en lugar de protagonista.
La diferencia es enorme:👉 Creer en ti genera movimiento, luz, crecimiento.👉 No creer, en cambio, produce vacío, miedo y resignación.
Por eso, hoy quiero invitarte a que lo declares: creo en mí, en lo que Dios puso en mí, en mis talentos, en mi voz, en mi historia. Porque nadie que creyó en sí mismo con fe se quedó donde estaba. La fe en ti —unida a la fe en Dios— puede transformar tu camino.
Porque el mundo no cambia cuando alguien duda. El mundo cambia cuando alguien se atreve a creer.
"Todo es posible para el que cree."Marcos 9:23








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