No todos los HOMBRES amamos en silencio

Porque a veces el amor también duele… cuando no se dice todo lo que se siente.

No todos los hombres amamos en silencio, pero muchos sí.

Y no porque no sintamos.

Sino porque nos enseñaron —desde pequeños— que sentir demasiado podía ser un problema. Que mostrar emociones era signo de debilidad. Que llorar por amor era "de tontos". Que hablar del miedo a perder, del vacío, de la necesidad de afecto… no era parte del libreto masculino.

Pero acá estoy, diciendo lo que muchos callamos.

Porque amar fuerte no nos hace menos hombres. Nos hace más humanos.

Sí, nos duele cuando nos ignoran.

Nos pesa cuando sentimos que no somos suficientes.

Nos parte en dos cuando damos todo, pero no sabemos si somos valorados de la misma forma.

Y lo peor de todo es que nos cuesta decirlo.

Nos tragamos las palabras.

Nos callamos el “te necesito” por miedo a sonar débiles.

Guardamos el “me está costando” porque siempre se espera que seamos los fuertes.

Y muchas veces, terminamos amando desde el sacrificio… en vez de desde la paz.

Amamos fuerte cuando cuidamos, cuando estamos, cuando solucionamos, cuando abrazamos sin pedirlo.

Pero también amamos fuerte cuando nos sentimos rotos por dentro y aún así seguimos.

¿Sabés qué necesitamos también?

Ser escuchados sin que nos cuestionen.

Ser mirados con ternura, sin que nos pidan que seamos perfectos.

Poder hablar sin sentirnos juzgados.

Ser reconocidos no por lo que hacemos, sino por lo que somos cuando ya no nos queda nada que demostrar.

Este no es un reclamo.

Es una verdad que pesa.

Porque hay hombres que también se sienten solos, invisibles, inseguros.

Pero que siguen dando amor como saben: con hechos, con entrega, con presencia.

Así que, si alguna vez te has preguntado qué calla un hombre que ama fuerte…

Te responde con su silencio.

Con su espera.

Con ese mensaje que no envió.

Con esa lágrima que soltó a escondidas.

Con esa promesa que hizo sin palabras.

Porque sí, también amamos desde el alma.

Solo que muchas veces, nadie nos enseñó a decirlo.

"El hombre de corazón entendido adquiere sabiduría, y el oído de los sabios busca la ciencia."

— Proverbios 18:15