Ese sonido especial que se dejo de escuchar en los pasillos de oficina, en los centros comerciales, en cualquier lugar donde antes no le poníamos atención ahora el silencio nos pone en una realidad que muchos no la aceptan cayendo en la negación de que esto pasara rápidamente.
La realidad es que no pasara con la velocidad que entro la Pandemia, y tenemos que buscar la manera de poder activarnos responsablemente, para poder no solo generar económicamente, si no también por la misma sanidad mental. Es momento de que aceptemos que los trajes no los usaremos en mucho tiempo, hoy la vestimenta deportiva tomo un giro de que en un día lunes nos ponemos pantaloneta, antes eran mancuernillas, hacemos nuestras conexiones por medio de plataformas en video, cubriendo la parte de arriba para mantener el “glamur”, pero en realidad será el método de vida de ahora, puesto extrañamos los estadios llenos gritando un gol, las grandes empresas de esta industria están migrando a televisión por paga con estadios “seguros”. Que estamos haciendo en casa, estaremos aburridos, preocupados, o estaremos generando conceptos que se peguen a esta revolución de cambio.
Las caritas con maquillaje, tacones, tacuches, los desayunos con clientes, las reuniones en salas de reuniones, se acabaron, el mundo se hizo más pequeño en distancia, tiempo y hasta en el amor.
Como sociedad no estábamos listos para abandonar todo nuestro diario vivir, ahora tenemos que hacerlo de manera inmediata, puesto lo menos que tenemos es tiempo para activarnos, ya que la revolución, que tenemos que hacer es sobre la misma revolución, y asi pronto podremos vestir nuestras mejores galas.
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