La salud mental se volvió un hashtag
- Kurt Bendfeldt
- hace 7 días
- 2 Min. de lectura

Cuando el discurso se volvió tendencia, pero no costumbre.
Nunca antes se había escuchado tanto la frase “salud mental”.Está en las redes, en los podcasts, en las marcas, en los discursos públicos y hasta en los slogans de oficina.Todos la nombran. Todos la promueven. Pero… ¿quién realmente la practica?
Vivimos en una era donde decir “me estoy cuidando emocionalmente” genera aplausos, pero tomarte un día libre por ansiedad aún se mira como debilidad.Donde hablar de terapia está de moda, pero aún hay quienes la cancelan porque “no tienen tiempo”.Donde se promueve el “escuchate, cuidate, ponete primero”, pero al que lo hace, lo tildan de egoísta o poco profesional.
La salud mental se volvió un hashtag… pero no una prioridad.Y ahí está el verdadero problema.
Porque cuidar la salud mental no es solo meditar cinco minutos ni subir una frase motivacional en Instagram. Es decir “no” cuando algo te afecta. Es elegir el descanso aunque el mundo te exija resultados. Es buscar ayuda sin miedo al qué dirán. Es llorar sin pedir disculpas. Es tener una rutina emocional, no solo física.
Lo que muchos no entienden es que hablar de salud mental sin practicarla es como tener un salvavidas… y ahogarte igual. No sirve el discurso si no hay acción.Y la acción no siempre se ve linda ni se puede postear.
Practicarla implica incomodar.Implica parar.Implica elegirte en un mundo que te quiere disponible todo el tiempo.Implica hacer lo que nadie ve, pero tu mente agradece.
Hoy, más que nunca, necesitamos autenticidad. No más frases hechas. No más fingir bienestar para no decepcionar a nadie. La salud mental no debería ser un lujo ni un privilegio.Debería ser parte de lo básico.Como comer. Como dormir. Como respirar.
Porque al final, de nada sirve tener metas, éxito o reconocimiento…si por dentro estás agotado, desconectado o roto.
"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar."— Mateo 11:28
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